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DIOS ESTÁ EN LOS DETALLES

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«Salomón comenzó la construcción del templo del Señor en Jerusalén, en el monte Moria, donde el Señor se apareció a David, su padre» (2 Crónicas 3: 1).

Un profesor me dijo una vez que el Antiguo Testamento tiene una peculiaridad interesante: no da los detalles que creemos que debería dar. Dijo que en los grandes acontecimientos que narra, como una batalla por ejemplo, pasa por encima detales que quisiéramos saber y simplemente dice: «David los atacó desde la mañana hasta la tarde» (1 Samuel 30: 17). Sin embargo, en otros acontecimientos que nos parecen menos importantes, narra hasta el más mínimo detalle, como en este: «Rápidamente vació su cántaro en el bebedero y corrió varias veces al pozo, hasta que sacó agua para todos los camellos» (Génesis 24: 20). Los escritores bíblicos consideraban importantes cosas que a nosotros no nos lo parecen tanto, por eso lo realmente jugoso de la historia se encuentra a veces oculto en los detales, y hay que saber dónde mirar.

Un buen ejemplo de lo que estoy diciendo es el relato de cuando Salomón construyó el nuevo templo de Jerusalén. Comienza con detales que no parecen tener ninguna importancia: Salomón construyó el templo en el monte Moria, en la era de Arauna el jebuseo. Si sigues leyendo pasarás a la parte del oro, la plata y el mármol que se usaron para el templo, pero te habrás perdido el significado de los dos detalles que acabamos de mencionar: el monte Moria y la era de Arauna, ¿Dónde hemos oído hablar de ese lugar anteriormente?

En la era de Arauna, en el monte Moria, tuvo lugar una de las últimas narraciones escritas sobre el rey David. En ese lugar David levantó un altar al Señor para pedirle que la peste, que afectaba a su pueblo por causa de sus propios errores, se apartara de ellos. Pero ese no es el único sacrifico que se hizo en el monte Moria; cientos de años antes, un hombre entregado a Dios estaba decidido a sacrificar a su propio hijo, Isaac, en ese mismo monte. Dios le había pedido que lo hiciera, y justo cuando Abraham estaba a punto de clavarle el cuchillo, un ángel lo detuvo, destacó su fidelidad y le proveyó un animal. Este es uno de los primeros eventos bíblicos que simbolizaban la muerte de Jesús en la cruz por nuestros pecados. Y en ese mismo monte es donde Dios decidió que Salomón construyera el templo.

¿Qué es lo que quiero decir con esto? Que Dios está en los detales. Cientos de años antes de que nosotros podamos ver el significado de algo, Dios ya comenzó a llevar a cabo sus planes.

El Dios que lo orquestó todo tan perfectamente hace siglos, es el mismo que dirige cada escena de tu vida hoy.

GH

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