MANO DERECHA, MANO IZQUIERDA

«Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré, te sostendré con mi diestra victoriosa» (Isaías 41: 10, NVI).

Casi nada está diseñado para las personas zurdas. Desde un punto de vista puramente egoísta, me alegro de ser diestro, pero creo que los objetos para diestros son incómodos para los zurdos. La inclinación cultural hacia el «derechismo» (que, según me han dicho los zurdos, es discriminatoria) parece evidente. En nuestro inconsciente cultural hemos reservado la mano derecha para cosas como estrechar la mano, saludar, hacer juramento en un juicio e incluso para hacer la señal de la cruz. Ya en 1789, la nobleza de la Asamblea Nacional Francesa se sentaba al lado derecho del presidente, dejando el lado izquierdo para los plebeyos, de ahí nuestros términos políticos de derecha e izquierda. La compañía McDonald's se llevó una gran impresión cuando sus ventas en Oriente Próximo tuvieron una caída fuerte después de que un anuncio, que mostraba a un hombre comiendo una hamburguesa con ambas manos, fue publicado en sus principales ciudades. ¿La razón? Allí, la mano izquierda se utiliza para limpiarse en el baño y la derecha está reservada para comer. No soportan la idea de que alguien haya tocado la hamburguesa con ambas manos.

¿La Biblia también participa de este «derechismo» cuando habla de que Dios nos ofrece ayuda y fortaleza con su «diestra victoriosa»? Estoy bastante seguro de que Dios es ambidiestro. Pero Isaías escribió en una cultura y un tiempo diferentes (no muy lejos de la actual cultura de Oriente Próximo en este sentido), donde se veía la mano izquierda como impura y sucia. Incluso existía la sensación de que la mano izquierda era débil e inútil para hacer cualquier esfuerzo notable. Por lo tanto, para dar esperanza a una cultura que piensa de esa manera, Dios se presentó a sí mismo a través de su profeta como un salvador que viene con su «diestra victoriosa». Decir que viene con su izquierda victoriosa es como decir que un pastor se levanta una mañana a saludar a su iglesia extendiendo un dedo en lugar de toda la mano abierta. El mensaje que este pasaje me quiere transmitir es que Dios quiere salvarnos y para ello va a donde está la gente, culturalmente hablando. Así que, si sientes que no puedes llegar a él, no te preocupes, ¡él te va a buscar donde tú estás!

GH