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Alexander Papaderos preguntó por última vez a sus alumnos: «¿Tienen alguna duda?». Su instituto de la isla de Creta, dedicado a la paz y el entendimiento entre griegos y alemanes, fue construido en el lugar donde había ocurrido una masacre durante la Segunda Guerra Mundial. Todo lo que quedaba eran cruces y odio. Y preguntas como las que hizo uno de los estudiantes: «¿Cuál es el significado de la vida?». La clase se rio, pensando que no existía respuesta a esa pregunta. Pero Papaderos dio una de las más profundas respuestas de todos los tiempos. Sacó un pequeño espejo de su billetera y explicó que, cuando era niño, durante la guerra, era muy pobre. Y que un día había encontrado un fragmento de un espejo en el lugar donde una motocicleta alemana se había estrellado.
«Rasgándolo contra una piedra, le di una forma redonda -continuó diciendo-. Empecé a jugar con él como si fuera un juguete y me fascinaba que pudiera reflejar la luz en lugares oscuros donde el sol no podía brilla, en hoyos profundos y grietas. Se convirtió en un juego para mí el poder reflejar la luz en los lugares más inaccesibles. Conservé el espejo y a medida que iba creciendo, lo sacaba en momentos de ocio. Cuando me hice hombre, llegué a entender que no era solamente un juego sino una metáfora de mi vida; que yo no soy la luz ni la fuente de la luz. Pero la luz está ahí, y solo brilla en lugares oscuros si yo la reflejo. Soy un fragmento de un espejo cuyo diseño y forma no conozco. No obstante, con lo que tengo puedo reflejar la luz en los lugares oscuros de este mundo y cambiar algunas cosas. Quizá otras personas hagan lo mismo. Este es el significado de mi vida».
¿Cuál es el significado de tu vida? ¿Reflejar a Jesús, la verdadera luz del mundo, o reflejarte a ti mismo? Ninguno de nosotros es la fuente de la luz, pero como espejos reflejamos lo que hay dentro de nosotros. Si hay egoísmo, orgullo y vanidad, ¿qué vamos a reflejar? Pero si Jesús vive en tu corazón, tu vida será un espejo que lo refleje a él. ¡Deja que tu luz brille ante el mundo de modo que glorifique a Dios! No hay vida más significativa que la que refleja a Jesús.
MH