UN TRUCO SUCIO

«Si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, no dejaría que nadie se metiera en su casa a robar. Ustedes también estén preparados; porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo esperen» (Lucas 12: 39-40).

Me quedé mirando a los ojos de Melissa; su tímida sonrisa me hizo sentir el hombre más afortunado del mundo. Me tomó de la mano y mientras la apretaba con fuerza, me susurró al oído: «Te amo». Caminamos de la mano por la calle, el aire era fresco y los pájaros cantaban, todo iba bien. Eché un vistazo rápido al reloj y comprobé que aún faltaban tres horas hasta mi siguiente clase, así que paramos a comer algo, compramos un helado y visitamos una galería de arte. Encontramos un pequeño local pintoresco, con una zona al aire libre para sentarse, pedimos unas bebidas y charlamos mientras la gente paseaba. Casualmente, miré de nuevo el reloj y vi que aún quedaban tres horas para mi clase... ¿Qué? Entré corriendo en el establecimiento y pregunté la hora: «Son las 4: 30». ¡La clase había comenzado hacía treinta minutos! Volví afuera en estado de pánico y allí estaba mi querida novia muerta de la risa: «¿Le pasa algo a tu reloj?», me preguntó con dulzura. Fue entonces cuando me di cuenta de que cuando me tomó de la mano para susurrarme al oído, sacó el pasador de la puesta en hora del reloj y lo detuvo. Aún sigue haciendo eso, es su juego favorito.

Si hubiera estado un poco más atento, me habría dado cuenta de que mi reloj no funcionaba como debería. En este pasaje de Lucas, Jesús nos invita a estar más atentos. Dice que siempre debemos estar preparados porque su segunda venida se producirá a una hora en la cual no lo esperamos. Si eres como yo, pensarás que tienes todo el tiempo del mundo. Yo planifico mi vida en torno a cosas inmediatas y dejo para después las cosas que creo que se pueden hacer en cualquier momento. Sin embargo, la construcción de una relación con Jesús no es algo que se pueda posponer. Él nos dice que siempre debemos estar preparados para él porque regresará cuando no lo esperemos. El reloj del mundo pronto se detendrá y cada día que pasa, ese momento está un día más cerca. Para estar listo para la segunda venida hay que tener una relación con Jesús ahora. Si aún no la tienes, empiézala hoy.

GH