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EL 19 DE ABRIL DE 2014, se publicó en un diario una noticia curiosa. Una mujer llamada Karine, de cuarenta y dos años, se encontraba cerca de la estación central de Nueva York cuando vio a un hombre con un sombrero hundido hasta las orejas que revisaba la basura. La mujer, que acababa de salir de una pizzería con su esposo y su hijo de quince años, le ofreció a aquel hombre lo que le había sobrado de su cena. Como lo había visto hurgando en la basura, había creído que era pobre y que tenía hambre. El hombre le preguntó entonces qué había en la bolsa que le estaba entregando. Ella le dijo, en su mal inglés porque es francesa, que era pizza, y que estaba fría. El hombre le respondió: «Muchas gracias, que Dios la bendiga», y ella se marchó sin saber que había entregado la pizza a Richard Gere. Richard Gere es un actor de Hollywood muy famoso, que se encontraba allí rodando su nueva película. Ella lo supo días después, cuando el diario publicó la noticia.
¿Qué pensarías si te ocurriera algo así? Tal vez te lamentarías por no haber hablado un poco más con esa persona. Al menos es lo que yo sentiría, después de haber tenido una oportunidad de hablar así con alguien tan famoso y no haberla podido aprovechar mejor. Pues déjame decirte que en realidad esto nos pasa casi todos los días. Nosotros tenemos la suerte de conocer a Jesús, que es el Rey de reyes, la persona más importante y poderosa de todo el universo, el único superhéroe que realmente existe. Y, sin embargo, dejamos pasar la oportunidad de conocerlo mejor y de hablar más tiempo con él cada vez que nos apresuramos en hacer nuestras cosas o en estar todo el día jugando y nos olvidamos de orar Jesús pasa desapercibido para nosotros muchas veces porque estamos demasiado ocupados, y no valoramos la suerte que tenemos de poder ser sus amigos.
Disfruta hoy de la dulce compañía de Jesús; busca un momento para hablar a solas con él.