|
HABLÁBAMOS AYER sobre la importancia de ser discretos con lo que tenemos, y hoy quiero añadir algo a este asunto tan importante del dinero. El dinero no es cualquier cosa, hay que saber manejarlo para honra de Dios, porque si no, dice la Biblia que es raíz de toda clase de males. Conviene tener claro qué pensar respecto al dinero. Y para ayudarte a tenerlo claro quiero hablarte de alguien muy famoso: Mark Zuckerberg
¿Sabes quién es Mark Zuckerberg? Es el cofundador y máximo accionista de Facebook. Es un joven estadounidense que obviamente es un genio, porque lo que creó es una herramienta increíble para comunicar a la gente alrededor del mundo. Aunque lo veas siempre en jeans y camisetas cuando sale en la tele, él es increíblemente multimillonario. Nunca en tu vida conocerás a nadie que sea más rico que él, a pesar de su juventud. Pues bien, ¿sabes qué hizo Mark cuando nació su primer hijo, en noviembre de 2015? Anunció al mundo entero que entregará el 99% de los beneficios de sus acciones de Facebook para que sea utilizado en obras benéficas. ¿Sabes de cuánto dinero estamos hablando? De unos cuarenta y cinco mil millones de dólares (no escribo la cifra porque tiene tantos ceros y es tan larga que uno pierde la cuenta).
Ya ves que se puede ser rico y, sin embargo, no estar apegado al dinero. Se puede saber compartir las bendiciones que uno disfruta con quien no las tiene y las necesita. También se puede ser pobre y estar tan apegado al dinero que en lo único que uno piensa es en tener dinero para comprar esto y aquello y lo de más allá. El problema con esta mentalidad es que nos hace perder la fe y nos vuelve personas materialistas. ¿Qué significa ser materialista? Significa que lo más importante para uno son las cosas que tiene, y no las personas o los valores y creencias.
Dime, ¿qué vas a decidir hacer con tu dinero? ¿A qué cosas les darás la mayor importancia en tu vida? ¿Serás una persona que valore a los demás y tenga principios cristianos? ¿O será el dinero el motor de tu vida? Si quieres mantener tu fe en Jesús, es necesario que te desapegues de las cosas que posees y le des a Jesús la prioridad en todo.