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¿TE GUSTAN LOS AUTOS? La verdad es que en los últimos años cada vez los fabrican más lindos. A mí me encanta el Nissan GTCR, aunque solo lo he visto en la tele y en Internet. Búscalo, para que alucines con lo chulo que es. Pero lo más interesante de este auto no es su diseño (que obviamente es precioso) sino todas las cosas que puede hacer. Veamos unas cuantas.
La que más me impresiona a mí es que enseña a su conductor a manejar mejor. Ya solo por eso, yo me lo compraría (claro, si pudiera, pero no puedo porque cuesta unos 70 000 dólares). Es un auto «inteligente», como lo definen sus fabricantes, los japoneses de la Nissan. Todo el mundo sabe que en Japón tienen la tecnología más avanzada, y en autos como este nos damos cuenta. El Nissan GTR tiene una computadora a bordo que le dice al conductor cómo aprovechar más las capacidades del auto. Esa computadora va conectada a sensores que le avisan del mejor ángulo de giro en las curvas y de los niveles óptimos de velocidad y seguridad que se deben utilizar en cada momento. También tiene un sofisticado panel de control que indica cuándo hacer ciertos cambios de manera que se ahorre combustible. Tiene una aceleración de 0 a 100km/h en apenas 3.6 segundos. En fin, es un auto impresionante por fuera y por dentro.
Si todo esto se puede decir de un auto, ¿qué no podremos decir del gran Fabricante que nos ha creado a nosotros? Dios es ese gran Fabricante. Él inventó en su mente el diseño que tenemos, tan diferentes unos de otros. Él creó la maquinaria que nos mantiene vivos y sanos. Pero lo más interesante: él está siempre buscando maneras de que nos superemos en la vida. Él no se queda quieto sino que quiere hacer de nosotros mejores modelos. Por eso nos indica en su Palabra qué debemos comer, qué principios debemos tener cómo hemos de vestir y de relacionarnos con los demás... Todas esas son sus instrucciones para que nuestra maquinaria sea la mejor que puede llegar a ser.