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SYLVESTER STALLONE llegó al éxito a través del fracaso. La suya es una historia de perseverancia. Se convirtió en una de las superestrellas más famosas del mundo, pero antes de eso, pasó hambre y necesidad.
Cuando era joven, Stallone soñaba con ser actor, pero apenas encontraba trabajo como tal. Llegado un momento estaba tan desesperado que, en sus propias palabras: «Estuve a punto de robar, porque me encontraba al límite». Las cosas se le pusieron muy cuesta arriba, e incluso pasó algunas noches durmiendo en la calle, pues no tenía dinero para pagar el alquiler. Hasta que vio un combate de boxeo entre Mohamed Ali y Chuck Wepner, que le dio la inspiración para escribir el guion de la película Rocky. ¡Escribió el guion en apenas veinte horas!
Recibió una oferta de 350 000 dólares a cambio del guion, pero la rechazó porque él quería ser el protagonista de la película, y los estudios pensaban en otros actores más famosos para el papel. Después de un tiempo, el estudio cedió y le permitió ser el protagonista. La película tuvo un éxito arrollador en las taquillas de todo el mundo, y fue nominada a diez premios Óscar, entre ellos el de mejor actor. Finalmente el filme recibió tres Óscar: mejor película, mejor dirección y mejor montaje, Rocky sigue siendo una de las películas más exitosas de la historia del cine. Stallone tuvo éxito como actor y dinero para comprar una vivienda y vivir cómodamente hasta el día de hoy. No se dio por vencido. Eso es lo que significa esa palabrita tan rara: perseverancia.
A veces no queremos seguir luchando por algo que merece la pena, simplemente porque nos encontramos muchos obstáculos y no creemos ser capaces de superarlos. Pero la perseverancia es muy importante: solo siendo perseverantes se logran grandes cosas.
Jesús quiere lo mejor para ti, pídele que te ayude a perseverar en lo que quieres lograr. Si pones de tu parte, trabajas en lo que tanto sueñas y tienes a Jesús como tu amigo, prosperarás. Pero no olvides que el éxito en la vida solo tiene sentido si vives aferrado de Jesús. De lo contrario, las tentaciones y las pruebas serán mucho más duras cuanto más dinero y éxito tengas lejos de Jesús.