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El príncipe caprichoso

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Que sus palabras sean de bendición para quienes escuchan, Efesios 4: 29.

*Necesitarás un pedazo de hilo o estambre rojo.

Un compasivo rey tenía un hijo caprichoso y arrogante. Un día, el rey tuvo que visitar unas aldeas cercanas, y volvería en una semana. Antes de marcharse, reunió a todos sus sirvientes y les dio la orden de no dar nada a su hijo, si no pedía POR FAVOR.

Al principio, el príncipe ordenó a los sirvientes que le trajeran su comida calientita. Pero ellos lo ignoraron. Ese día no comió, no se bañó y no se cambió. Estaba enojadísimo.

-¡Cuando venga mi papá le voy a decir que los ejecute a todos!

Al siguiente día ocurrió lo mismo, pero pasadas las horas, el príncipe ya no soportaba, llamó a uno de los sirvientes y le dijo:

-¿Podrías por favor traerme un poco de comida?

Como el príncipe había pedido por favor, el sirviente de inmediato le llevó su comida.

El resto de la semana fue difícil para el príncipe, porque a veces olvidaba pedir las cosas POR FAVOR y nadie lo obedecía.

Cuando el rey regresó, el príncipe ya no era un niño caprichoso, sino amable y educado con todos. Había aprendido la lección.

Anuda el hilo rojo alrededor de tu muñeca y cada vez que lo veas, recuerda pedir las cosas por favor a los demás.

HABLA CON DIOS

Jesús, ayúdame a pedir las cosas POR FAVOR. Quiero ser amable y cortés. Amén.

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