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*Necesitarás trocitos de manzana con azúcar y canela.
Un sábado de mañana llegó a la clase de Escuela Sabática una visita. Se llamaba Dianita. Era pobre y su ropa lucía sucia y vieja. Algunos de los niños que llevaban sus mejores ropas, se le quedaban mirando, extrañados por su apariencia, y se alejaron de ella.
Rut, una de las niñas de la clase, se acercó a ella, le preguntó su nombre y se sentó a su lado.
¿Quién de todos los niños mostró amor hacia Dianita? Por supuesto que Rut. Cuando Jesús estuvo en la tierra tuvo muchos amigos, y nos dejó el ejemplo del amor a todas las personas, sin importar su apariencia.
Un día Jesús iba caminando y un leproso, que tenía llagas en la piel que olían mal, se le acercó. Los amigos cercanos de Jesús se alejaron, pues no querían que las llagas se les pasaran a ellos. También querían que Jesús se alejara. Pero en vez de hacerles caso, él se acercó al leproso, lo escuchó, lo sanó, lo abrazó y lo hizo su amigo.
Jesús desea que nos amemos unos a otros. Cuando amamos a los demás, demostramos uno de los frutos del Espíritu.
Ahora coloca los trocitos de manzana en un plato y compártelos con tus papás y tus hermanos. Así compartirás el amor que Dios te da con otras personas.
HABLA CON DIOS
Querido Dios, te doy gracias porque amas a todas las personas por igual. Ayúdame a ser como tú con los demás. Amén.