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*Necesitarás dos tazas y una jarra de agua.
(Coloque en una mesa una taza boca abajo y otra taza boca arriba.) Aquí tenemos dos tazas. (Señale la que está boca abajo.) Esta taza no la podemos llenar porque está boca abajo; de hecho, su hueco está vacío y oscuro. Así son las personas egoístas que no dejan que Dios entre a sus vidas y tampoco desean ser útiles para ayudar a otros.
Ahora veamos la taza que está boca arriba. Está dispuesta a recibir el agua y compartirla con las personas que tienen sed (llene de agua la taza). Cristo representa el agua queda vida y entra a las personas que están dispuestas a recibirlo. Cuando una persona acepta a Jesús, demuestra con sus actos de bondad y amor que está dispuesta a compartir esa bendición con otros.
¿A cuál taza te quieres parecer? ¿A la oscura, vacía y egoísta, o a la taza llena del agua de vida?
Hoy puedes hacer algunas de las siguientes cosas para compartir a Jesús:
· Ayudar a mamá a limpiar la loza.
· Ayudar a una persona a cruzar la calle.
· Regalar un juguete a un niño pobre.
· Pagar el pasaje del autobús a alguna persona.
· Dar dinero a un vagabundo.
· Compartir tu almuerzo.
· Hacer un cumplido a una persona.
HABLA CON DIOS
Dios, quiero ser como la taza llena y compartir con otros las bendiciones que me das, amén.