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*Necesitarás un adulto y un(a) niño(a).
Te propongo un juego divertido. Vas a saltar de la cama o de una silla; tu mamá, o tu papá, se va a colocar a tres pasos de distancia y te sostendrá. Salta tres veces. ¿Cómo te sentiste?
Ahora juega con tu hermano(a) menor o con un(a) amigo(a) de tu edad. También estará a tres pasos. Salta y él (o ella) te sostendrá, tres veces. ¿Te animaste a saltar?
Si tu respuesta es que sí, déjame decirte que fuiste muy valiente. ¿Dudaste antes de saltar? ¿Te caíste? Si tu respuesta es que no, entonces tuviste precaución y no quisiste arriesgarte. ¿Con quién sentiste más confianza? ¿Quién tenía los brazos más fuertes? Seguramente tu papá o tu mamá
Dioses nuestro Padre celestial y quiere que depositemos toda nuestra confianza en él. Es fuerte y poderoso, capaz de sostenernos y ayudarnos en todas las circunstancias de nuestra vida.
En ocasiones tenemos miedo, pero si confiamos en nuestro fuerte y poderoso Padre, siempre estaremos a salvo.
HABLA CON DIOS
Gracias, Padre celestial, porque puedo confiar en que siempre me protegerás. Amén.