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Varón esforzado y valiente

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«Vino el ángel de Jehová y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita. Gedeón, su hijo, estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas, cuando se le apareció el ángel de Jehová y le dijo: "Jehová está contigo, hombre esforzado y valiente” (Jueces 6: 11, 12).

DIOS ESCOGIÓ a Gedeón de entre todos los jóvenes del pueblo de Israel para que se convirtiera en el libertador de su pueblo. Dios lo calificó de hombre esforzado y valiente, aunque era un desconocido ante los demás e incluso, a la vista de ellos, mostraba cobardía.

Aquel llamado del Señor no le llegó a alguien que vivía en un palacio. No llegó a quien estaba especialmente entrenado para esa misión (a un gran guerrero, por así decirlo), o que ya fuera líder de Israel. El llamado fue para un campesino que estaba trillando trigo para esconderlo de los madianitas. «El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón» (1 Samuel 16:7).

Gedeón era visto como un hombre esforzado, diligente y valiente por uno que no falla: Dios. Asimismo, él te mira donde estás y te ve como una persona esforzado y valiente aunque creas que no lo seas, porque él conoce tu pasado, presente y futuro. Dios sabe cómo serás si te colocas en sus manos y te dejas guiar por él. Gedeón siguió al pie de la letra las indicaciones de Dios y eso lo convirtió en un gran hombre que se atrevió a derribar el altar idólatra de su padre dedicado a Baal, y cortó en pedazos la imagen de Asera, y en su lugar, levantó un altar a Dios. El pueblo entonces lo quiso matar, pero su padre lo defendió y dijo: «¿Lucharéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, que luche por sí mismo con quien derribó su altar» (Jueces 6: 31).

Dios le dijo a Gedeón: «Ve con esta tu fuerza y salvarás a Israel de manos de los madianitas ¿No te envío yo?» (Jueces 6: 14). Si Dios lo estaba enviando como varón poseedor de la valentía, no tenía por qué temer. «Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón» (Jueces 6: 34).

Tú también puedes ser un varón esforzado y valiente para cumplir los propósitos de Dios, es decir, al seguir sus indicaciones tal como las estipula puedes ayudar a otros a ser liberados de la esclavitud del pecado.

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