Regresar

Consultando a Dios

Play/Pause Stop
Pero los soldados le dijeron a David: "Si aun aquí en Judá vivimos con miedo, ¡cuánto más si vamos a Queilá para atacar al ejército filisteo!" 1 Samuel 23:3, NVI.

David y su ejército salieron de la cueva de Adulam, donde habían pasado el invierno, y regresaron a Judá. "El odio que Saúl sentía por David no era una razón para que este huyera a un país extranjero. Dios, que lo había protegido tantas veces en el pasado, no lo abandonaría, sino que encauzaría los acontecimientos para que, mediante penalidades y sufrimientos, recibiera la preparación necesaria para el liderazgo futuro" (2CBA, p. 561).

Mientras estaban escondidos en Judá, escucharon que los filisteos combatían a Queilá para adueñarse de las cosechas. La ciudad estaba ubicada a unos cuatro kilómetros de la cueva de Adulam en Moab. Los habitantes de Keila habían brindado protección a David y su tropa, así que se sentía en deuda con ellos, pero sus hombres tenían miedo de salir del escondite. David prudentemente presentó su situación a Dios.

"Dios se agrada cuando sus hijos consultan su divina voluntad. Mientras más frecuentemente hagan esto, más confianza tendrán en que Dios los sacará de su dificultad" (2CBA, p. 565). Consulta la voluntad divina en toda situación. Dios puede usarte si le permites ser tu guía.

Los hombres de David, aunque con poca preparación, entendieron la importancia de consultar a Dios, y consintieron en acompañar a su líder, venciendo todo miedo y confiando en que Dios les abriría camino. Cada acto de tu vida debe llevar el sello de aprobación de la voluntad de Dios.

David y su batallón sorprendieron a los filisteos y los derrotaron. "Cuando le entregáis vuestra voluntad, él inmediatamente toma posesión de vosotros, y obra en vosotros para que hagáis su deseo. Entonces vuestra naturaleza queda sometida a su Espíritu. Hasta vuestros pensamientos quedan sujetos al Señor. Si no podéis dominar vuestros impulsos y emociones como deseáis, a lo menos podéis dominar la voluntad, de modo que se efectúe un gran cambio en vuestra vida. Cuando entregáis vuestra voluntad a Cristo, vuestra vida queda escondida con Cristo en Dios. Hace alianza con el poder que supera a todos los principados y las potestades. Ya tenéis fuerza divina que os mantiene asidos a su fortaleza; y se abre ante vosotros la posibilidad de una nueva vida, y aún la vida de la fe" (IMCP, pp. 126, 127).

Consulta con Dios la jornada de este día, haz de esto un hábito diario.

Matutina para Android