José Como Administrador

Han pasado trece años que José llegó a Egipto. Había tenido días buenos y otros no tanto, pero él vivía feliz, pues Dios siempre estaba con él en cualquier deber que desempeñara. Una manera como José demostró su sabiduría fue interpretando sueños. Anteriormente, cuando estaba en su casa había tenido sueños, pero desde que estuvo en la cárcel 105 de interpretarlos. en Egipto demostró tener la habilidad de interpretarlos.

Dios dispuso que era el momento oportuno para que las circunstancias en la vida de José cambiaran tajantemente. Muy pronto se convertiría en el segundo hombre de mayor importancia e influencia en el país, solo después del faraón. Para que eso ocurriera, José tuvo que demostrar su sabiduría una vez más. Inesperada y sorpresivamente el faraón lo mandó llamar. En ese momento escuchó atentamente su extraño sueño. José lo interpretó y dio una sensata sugerencia para enfrentar los siete años de crisis alimentaria nacional.

Posteriormente, demostró sabiduría al administrar el alimento durante los siete años de abundancia, de tal manera que cuando llegaron los años de escasez, los habitantes de Egipto tuvieron alimento. el abasto de comida fue tan evidente que gente de lugares distantes acudió a comprar. José fue prudente y no despilfarró los bienes cuando los tuvo en grandes cantidades. En ese contexto, siempre atribuyó a Dios como el verdadero revelador de los misterios y el dador de la sabiduría (vers. 16). El faraón lo notó y se refirió a él como alguien que tenía el «espíritu». Efectivamente, es el Espíritu Santo que nos ayuda a elegir sabiamente. El Espíritu Santo puede vivir en nuestros corazones y nos capacita para obedecer, para conocer mejor a Dios mediante la lectura de la Biblia. Jesús se refirió al Espíritu Santo como nuestro Maestro y nuestro Amigo que nos conforta cada día. Por eso, es necesario pedirle a Dios que nos otorgue su Santo Espíritu.

A lo largo de nuestra vida habrá épocas de bonanza, representadas con las siete vacas gordas, y momentos de carestía, como las siete vacas flacas. Demostramos sabiduría cuando ahorramos en tiempo de abundancia para alimentar a las siete vacas flacas cuando estas lleguen. Sé un sabio administrador y previsor de lo que Dios te da.