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Los astutos Gabaonitas

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Los israelitas probaron las provisiones de los gabaonitas, pero no consultaron al Señor. (Josué 9: 14).

Los gabaonitas eran originarios de Gabaón, una ciudad ubicada solo a cuarenta kilómetros de Gilgal. Gilgal era el centro de operaciones de Israel. Tal cercanía hizo que los gabaonitas razonaran que en cuestión de días ellos serían atacados. Como sabían que no podían vencer, su astucia los llevó a idear el plan de engaño en el cual afirmaron que venían de tierras lejanas con la intención de conocer al Dios de Israel (vers. 9). Se vistieron de andrajos y como evidencia de su largo trayecto presentaron el alimento echado a perder.

Josué y los demás dirigentes creyeron los argumentos de los gabaonitas, por lo tanto, establecieron una alianza. Podemos decir que Josué y los dirigentes estaban en lo correcto según lo que sus ojos veían, pero hay asuntos en la vida que para ser veraces no dependen de nuestros sentidos, pues tienen que ver con el ámbito espiritual. Cuando esto ocurre, es indispensable depender de la orientación divina. El versículo de hoy afirma por qué no se percataron del engaño: porque no consultaron al Señor.

No era el plan de Dios que estas personas quedaran con vida ni que se convirtieran en sus servidores que les acarrearan agua y madera. Como Josué, hoy vivimos en territorio enemigo y debemos ejercer precaución constante en cualquier ofrecimiento que se nos extiende no importa de dónde proceda. Sé sensato cuando eliges con quién te vas a relacionar, en quiénes depositas tu confianza y en general, con quiénes te asocias. El enemigo de Dios se compara en la Biblia con un león (1 Pedro 5: 8), pero él sabe que si siempre se presentara como tal no engañaría a muchos, por lo tanto, también se compara a una sigilosa serpiente que se arrastra hasta llegar a su víctima (2 Corintios 11: 3). Incluso, es capaz de hacerse pasar como un ángel de luz, como una estrategia para ser más sutil (2 Corintios 11: 14).

¿Qué espera Dios de ti? Que no te identifiques ni con personas o prácticas que te aparten de él. No es un argumento válido analizar solo con nuestros sentidos y llegar a la conclusión de que es innecesario consultarlo. No confíes en tus propias conclusiones, mejor pregúntale a Dios. Salomón describe a la gente que actúa como Israel en relación con los gabaonitas, como ingenuos, simples o sencillos (Proverbios 1:22).

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