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Cuenta el reconocido autor y pastor cristiano Craig Groeschel que un misionero estadounidense que trabajaba en la India, vio en una ocasión a una mujer sacrificando una gallina a su dios. Él nunca había visto un acto de idolatría semejante, así que decidió acercarse. Descubrió que la mujer había estado en Nueva York. En el transcurso de la conversación, ella comentó: «Nunca he visto más idolatría que en Nueva York. Allí idolatran el estómago; a pesar de tener sobrepeso, siguen comiendo mientras tantos y tantos millones de personas mueren de hambre en todo el mundo. Idolatran la televisión, convirtiéndola en el mueble alrededor del cual giran los demás muebles de la casa; tienen una en la sala, otra en la cocina y una en cada cuarto. Y, sobre todo, idolatran el celular. No puedes charlar con un neoyorquino sin que mire su teléfono».*
A veces creemos que idolatría es solo arrodillarse ante una estatua o sacrificar un animal, pero ¿qué me dices de tener la necesidad de mirar cada tres minutos el celular para ver cuántos «me gusta» recibió lo que colgamos en redes, y sentir que se nos alegra el corazón con cada uno que se añade a la cuenta?
Dice la Biblia en 1 Juan 5: 21: «Aléjense de todo lo que pueda ocupar el lugar de Dios en el corazón» (NTV). O, en otra traducción: «Guardaos de los ídolos» (RV95). Como ves, un ídolo es mucho más que una imagen esculpida; es todo aquello a lo cual le atribuimos tal significado y de lo cual derivamos tal sentido de valía personal, que ocupa en nuestra mente (nuestro corazón en el lenguaje bíblico) el lugar que solo Dios debiera ocupar. En el Comentario bíblico adventista leemos que la palabra «ídolos» usada en este pasaje se refiere a «todas las imágenes falsas, ya sean materiales o mentales, que impiden que el creyente adore solo al Dios verdadero». Todas: materiales y mentales.
Con esta definición de idolatría que acabas de leer, te hago las siguientes preguntas para que reflexiones en tus respuestas: ¿Tienes ídolos en tu vida? ¿Será que hay algo en tu mente que te impide adorar solo al Dios verdadero y te tiene postrada ante artilugios tecnológicos, sentimientos o emociones, metas, personas, cosas...? Si hay algo que te controla a ti en lugar de tú controlarlo, hay un ídolo en tu vida. Dios es claro: «No tengas otros dioses aparte de mí» (Éxo. 20: 3).
«Ídolo es cualquier cosa que, al verla, piensas: "Si tengo eso, sentiré que mi vida tiene significado, que tengo valor; me sentiré importante y seguro"». Timothy Keller
* Craig Groeschel, #luchas (Buenos Aires: Peniel, 2015), pp. 188-189.