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Decíamos ayer que la Biblia nos invita a realizar proezas, es decir, hazañas, «obras buenas, especialmente ilustres, señaladas o heroicas». Lo leemos en Salmo 60: 12: «Con Dios, haremos proezas». Y decíamos también que lo que el mundo considera heroico (hazaña) no necesariamente coincide con aquello que la Biblia nos llama a realizar. ¿Qué acciones, a la luz de la Biblia, son para Dios verdaderas hazañas o actos heroicos? La lista es larga, así como extensa es la Biblia, pero pongamos ejemplos evidentes.
Hazaña es lo que hicieron los héroes de la fe; obviamente, son héroes porque hicieron actos heroicos. ¿Y qué hicieron? Según Hebreos 11: 36, «sufrieron burlas y azotes, y hasta cadenas y cárceles» por vivir conforme a la verdad. Su gran heroísmo fue saber encajar la incomprensión del prójimo sin perder ni la fe en Dios ni el deseo de salvar a ese mismo prójimo que los maltrataba. ¡Tremenda hazaña!
Hazaña es «no resistir al malo», sino poner la otra mejilla. Hazaña es que, «al que quiera ponerte pleito», le des tu túnica y tu capa, y que «a cualquiera que te obligue» (porque le da la gana de obligar) a que vayas una milla, vayas con él dos. Hazaña es no cansarme de «procurar la paz» en medio del conflicto, en vez de ponerme yo misma en conflicto con el medio. Hazaña es hacer el trabajo interno de mantener «un corazón limpio» en una sociedad cínica, hipócrita y desconfiada. Hazaña es «que nos insulten, persigan y digan todo género de mal contra nosotros falsamente», y aun así nosotros regocijarnos porque sabemos que tenemos recompensa en el cielo.
Supongo que te has dado cuenta de que estoy citando del Sermón del Monte. Pero es que la verdadera hazaña es seguir siendo la sal y la luz de la tierra. Y eso es lo que hemos sido llamadas a ser; esa es la verdadera proeza. Dos mil años después, este sermón sigue siendo pertinente, porque el mundo necesita héroes de verdad, que hagan proezas para mostrar a la humanidad el poder del amor desinteresado, que procede del amor de Dios.
Jesús es todo. Son sus palabras las que nos ayudan a entender qué es realmente una hazaña, y es su Espíritu el que nos da la capacidad de hacer algo de bueno en este mundo. Que podamos ser heroínas para la gloria de él y para el beneficio de los que tenemos al lado.
«El amor inspira las más grandes hazañas». Alejandro Dumas