EL LENTE DE UNA CÁMARA FOTOGRÁFICA

Me terminé de arreglar los rulos cuidadosamente formados y me miré por última vez en el espejo. Dustin me esperaba afuera, listo para nuestra sesión de fotos a causa nuestro compromiso. Había anticipado con ansias este día desde que Dustin me había pedido matrimonio, y finalmente había llegado. No solo me había comprado un vestido nuevo para la ocasión, sino que también me había hecho una manicura y pedicura profesionales. Casi nunca me permitía cuidados tan lujosos. 

Cuando llegamos a la playa, el cielo ya mostraba los colores del atardecer que había soñado. La fotógrafa, mi alumna Trinity, inmediatamente comenzó a hacernos posar y a tomar fotografías. Había elegido que Trinity nos tomara estas fotos porque tiene un ojo artístico. Dos días después, cuando Dustin y yo recibimos las fotos, no me decepcionaron. 

Un objetivo de cámara, cuando está en manos del fotógrafo correcto, mostrará una escena completa, pero con enfoque en el objeto de mayor importancia. Toma la proporción adecuada de todo lo que ve. Con un lente zoom se puede magnificar el objeto hasta que domina la imagen. Por eso, si yo voy a la playa con mi cámara y tú vas a la playa con tu cámara, no saldremos con las mismas fotografías. El resultado de las fotografías no depende únicamente del lugar, sino de cómo enfocamos el objetivo. 

Cada uno de nosotros puede enfocarse en lo que quiera. Podemos enfocarnos en nuestros amigos y dejar que nuestros pensamientos y acciones se centren en sus opiniones. Podemos enfocarnos en el colegio y dedicar cada minuto de nuestro día a tener éxito en los estudios. Hay muchas cosas que requieren nuestra atención; pero Jesús dijo: “Busquen primero el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas” (Mat. 6:33). Podemos tener amistades duraderas, tener éxito en los estudios y sentir que cada cosa está en su lugar cuando Dios ocupa el lugar principal en nuestros pensamientos. Como un lente de cámara, debemos enfocarnos en la parte más importante de nuestra vida y utilizar el zoom hasta que él aparezca mucho más grande que cualquier otro interés que tengamos. El enfoque hace toda la diferencia. ¿Por qué no hacer de Dios tu enfoque principal hoy?