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UN TUBO DE ENSAYO

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¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? (Proverbios 6:27).

–Olivia, ¿me podrías ayudar a practicar para mi discurso? 

Jessica no solía pedirme ayuda con sus trabajos, así que su pedido me intrigó inmediatamente. 

–¿De qué se trata el discurso? 

 

–Estoy demostrando la manera correcta de sacar sangre. 

 

–¿En serio? ¿Y qué quieres que haga? 

 

–Necesito que me dejes sacarte sangre. 

 

Cualquier cosa era mejor que terminar mi artículo sobre la locura del rey Lear, así que acepté un poco de locura propia y le dije que sí. Jessica ya había cursado varios años de enfermería, así que sabía perfectamente cómo preparar mi brazo. 

Aunque su nivel de confianza todavía no había llegado al de una enfermera titulada, insertó la aguja y me sacó sangre de manera menos dolorosa que cualquiera de los flebotomistas del centro móvil de la Cruz Roja. En pocos minutos, Jessica me había vendado el brazo y me entregó un tubo de ensayo lleno de mi propia sangre. 

 

A diferencia de los cuartos de galón que sacan en el centro móvil, un tubo de ensayo solo tiene unos pocos mililitros de líquido; lo suficiente como para evaluar sus características. Si los laboratorios requirieran un cuarto de galón de cada persona que tuvieran que evaluar, pronto se quedarían sin espacio, y les sobraría muchísimo líquido. Los laboratorios solo necesitan una muestra pequeña de sangre para examinar. 

 

Cuando evaluamos lo que influye en nosotros, no necesariamente tenemos que sumergirnos en ello para decidir qué valor tiene. Por ejemplo, algunas personas dicen que tienen que leer una serie completa de libros antes de poder evaluarla, y que necesitamos mirar una película completa antes de decir si es sana o no. Pero a menudo una pequeña muestra, como la contratapa de un libro o el tráiler de una película, nos dirá si vale nuestro tiempo. Salomón escribió: “¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan?” (Prov. 6:27). Si intentamos abrazar una fogata, nos quema. Si nos metemos de cabeza en cada amistad o moda de la sociedad, las consecuencias tienen el potencial de lastimarnos. Persistir junto a las influencias negativas nunca nos dejará iguales. 

En lugar de aceptar todo lo que vemos, podemos aprender una lección del tubo de ensayo: unos pocos mililitros a menudo pueden decirte todo lo que necesitas saber.

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