LOS COJINES DEL SOFÁ

Tapas de lapiceros, billetes, yo-yos, imanes, cartas, boletos, monedas, borradores, envoltorios de chicle, papelitos… todo esto y mucho más puede aparecer debajo de un cojín (almohadón) en el sofá (sillón) durante un día de limpieza profunda. Pero a menudo encontramos estos tesoros debajo de los cojines cuando estamos buscando algo mucho más grande. Yo reviso debajo de los cojines cuando he perdido una tableta o una cartera. Miro dentro del refrigerador cuando pierdo mi flauta. Reviso la ducha cuando pierdo el cargador del celular. La desesperación de la búsqueda me hace mirar en cualquier lado y en todos lados, en busca del objeto perdido. A veces, sí se ha caído entre los cojines del sofá. A veces, la billetera está de canto junto al yo-yo y al borrador. Por eso sigo buscando. 

A veces, cuando leemos la Biblia, sentimos como que estamos revisando debajo de los cojines, buscando algo que nunca logramos encontrar. ¿Cómo nos pueden ayudar aquellas historias y leyes antiguas en nuestra vida actual? Dios promete que si lo buscamos de todo corazón, lo encontraremos (Jer. 29:13). En algún lugar, en medio de esas páginas sobre profetas con mantos y sobre campos de cebada, encontraremos la voluntad de Dios para nuestra vida. 

No te des por vencido en la búsqueda. Jesús dijo: “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” (Mat. 7:8). No importa cuántos cojines den vuelta en el proceso, tienes la promesa. Lo encontrarás cuando lo busques.