UNA ESPINA

Algunas personas coleccionan autos en miniatura. Otras coleccionan muñecas de porcelana. Algunos coleccionan tarjetas de béisbol. Yo colecciono frases. 

Como es probable que nunca sea lo suficientemente ingeniosa para decir exactamente lo que quiero, de la forma en que quiero decirlo, encuentro consuelo en las palabras de otros. 

Por ejemplo, Marie Osmond escribió: “Si vas a poder mirar hacia atrás y reírte sobre esto, ¿por qué no te ríes ya?” ¿Te acuerdas de que conté que detuve el tráfico en dos carriles completos en la calle porque tenía puesto el freno de mano? Esta frase me animó en los momentos posteriores a la catástrofe. 

Durante mi tercer año en la universidad, no estaba segura de si mi mejor amigo estaba interesado en mí o no. Había escuchado una cita popular de Douglas Adams que dice: “Si se ve como un pato, y grazna como un pato, tenemos que al menos considerar la posibilidad de que tenemos una pequeña ave acuática de la familia anatidae”. Me casé con mi amigo. 

El famosísimo Benjamin Franklin dijo: “Escribe algo que valga la pena leer o haz algo sobre lo que valga la pena escribir”. Mira tus manos. ¿Es un libro lo que sostienes? 

Pero una de mis frases preferidas incluye cardos, rosas y espinas. Elena de White, en El camino a Cristo, escribió: “Hay flores en los cardos, y las espinas están cubiertas de rosas” (p. 8). En lugar de ver una rosa y quejarse de las espinas dolorosas, podemos agradecer que las espinas tienen bellas flores que las adornan. La actitud por detrás de esta frase permea la manera en que percibo todo. 

¿Está lloviendo? Finalmente, puedo sentarme a leer un rato. ¿Me fue mal en un trabajo? Ahora tengo una mejor idea sobre qué quiere la profesora, para la próxima vez. ¿Perdí mi celular? Al menos encontré un vale para comprar helado mientras buscaba. 

Pablo dice que debemos dar gracias en todo. ¿Por qué preocuparnos por los cardos cuando sus flores violetas adornan los campos? ¿Por qué enfocarse en una espina cuando hay rosas coloridas que la rodean? En cambio, debemos agradecerle a Dios por las flores y todas las demás bendiciones que pasamos por alto. Recuerda agradecerle por todo.