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Mi corazón da un pequeño vuelco cada vez que suena la notificación de que ha llegado un nuevo mensaje de texto. Mi mano vuela instantáneamente a mi celular apenas vibra. Imagino que antes, una bandera de buzón levantada provocaba una reacción similar. La bandera levantada significa que hay una carta esperando. ¡Ha llegado un mensaje!
Incluso cuando el buzón hace eco de lo vacío que está, tenemos un mensaje… un mensaje de Dios mismo. “Este es el mensaje de la Buena Noticia para el pueblo de Israel: que hay paz con Dios por medio de Jesucristo, quien es Señor de todo” (Hech. 10:36, NTV). ¡Qué alentador! En medio de hermanos que no paran de quejarse, tareas completadas a último momento y noches sin dormir, hay paz. Pablo dice que no podemos siquiera comprender la paz que Dios ofrece, pero “la paz de Dios, que supera todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús” (Fil. 4:7). No tenemos por qué estresarnos o preocuparnos. Acepta la presencia de Dios, “echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” (1 Ped. 5:7).
Llegó un mensaje para ti: Dios te ofrece paz hoy.