UNA BOTELLA DE MEDICINA

Empuja. Aprieta. Gira. ¡No, espera! Empuja, aprieta y gira al mismo tiempo, en un solo movimiento fluido. Quizá pienses que me di por vencida con mis escritos y mi carrera docente para convertirme en una instructora de danza, pero en realidad te estoy contando cómo abrir una de esas botellitas para medicina aparentemente invencibles que los médicos nos prescriben para el dolor. 

Estas botellas tienen tapas tan difíciles de abrir porque los padres no quieren que sus hijos pequeños las abran accidentalmente, tomen las pastillas y mueran. Sin embargo, a muchos adultos también les cuesta abrir las botellas, ya sea que lo admitan o no. 

Aunque esas botellas de medicamentos nos parezcan casi imposibles de abrir, Jesús dijo que es todavía más difícil para un hombre rico pasar por las puertas del cielo. De hecho, él dijo: “Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Mar. 10:25). ¡Eso suena bastante complicado! 

Jesús no tenía nada en contra de las personas que tienen dinero, pero cuando las personas acumulan su riqueza para ser más “ricos”, se enfocan más en los billetes que en Jesús, y esto les dificulta depender de él por completo. Solo cuando ponemos nuestra confianza solamente en Jesús (no en el dinero, ni en la familia, ni en nosotros mismos), podremos entrar al reino de los cielos. Allí, él nos dará más riquezas de las que podemos imaginar.