UNA CARTELERA PUBLICITARIA

Cuando me acababa de mudar a Maine, no podía definir qué era lo que le daba ese ambiente natural y rústico. Todo el estado parecía una postal, y no entendía por qué. Entonces, mi alumna Alanna escribió una monografía bien argumentada sobre las carteleras publicitarias en los Estados Unidos. Aparentemente, Maine tiene leyes en contra de esas carteleras para mantener su encanto natural. De pronto, ¡mi opinión sobre el ambiente de Maine tenía sentido! 

En las rutas que permiten carteleras, los conductores están bombardeados por publicidades todo el tiempo. “¡Tú puedes verte así!” “¡Conduce este vehículo!” “¡Así debes sentirte!” “¡Compra esto!”. A veces me pregunto cuántas ventas generan realmente esas carteleras gigantes. ¿Realmente una persona mira una cartelera con la publicidad de una concesionaria y baja en la siguiente salida para comprar una camioneta nueva? Quizá nunca lo sabré. 

Sin embargo, algunas publicidades ameritan nuestra atención. La Biblia nos llama repetidamente a aceptar a Jesús como nuestro Salvador. Pero demasiado a menudo pasamos de largo esos versículos. Algunos los hemos visto toda la vida y los escuchamos en cientos de sermones. Los memorizamos y los cantamos en la iglesia. Pero los apóstoles estaban promoviendo una fe real y verdadera en Jesús cuando dijeron: “Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo” (Hech. 16:31). Querían que todos lo conocieran y lo aceptaran como su Salvador. 

Aunque muchos se pueden sentir fastidiados con las constantes publicidades que nos rodean, tanto en la calle como en los medios de comunicación, el mensaje de los apóstoles tiene una tremenda importancia para nosotros. En lugar de pasar de largo un texto bíblico conocido, procura dedicar un momento para pedirle a Jesucristo que sea tu Salvador personal hoy.