EL HILO DENTAL

Pues estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni los demonios, ni lo presente, ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor (Romanos 8:38, 39).

Dentro de una hora y 38 minutos tengo una cita con el dentista. Me encantaría quedarme en casa y escribir más pensamientos devocionales sobre las cáscaras de manzana, tablas de picar, álbumes de fotos u otros objetos que mis alumnos me pidieron que mencione, pero tengo que permitir que un desconocido se entrometa en mi boca y me reprenda por no usar el hilo dental. 

 

Realmente no entiendo la importancia de usar hilo dental, aunque estoy segura de que el dentista no me creerá. Sé que solo el hilo dental puede quitar la mugre que queda en las grietas entre los dientes. Cuando me queda comida entre los dientes, puede descomponerse y carcomer el esmalte. Sí, yo sé que debería usar el hilo dental más a menudo. 

 

Así como se forman caries cuando queda comida entre los dientes, sentimos un vacío en el corazón cuando algo se interpone entre nosotros y nuestro Creador. 

Cuando nos cargamos de demasiadas tareas escolares o simplemente nos quedamos sin tiempo para conversar con él, nuestro corazón no puede permanecer lleno. Necesitamos dedicar un momento especial para pasarlo con Dios, así nada se entromete entre nosotros y él.