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Cuando planifiques actividades para niños pequeños, evita los marcadores permanentes a toda costa. A diferencia de los marcadores lavables, los permanentes tienen tinta indeleble que no saldrá con agua ni con jabón. Tu blusa de marca sonreirá todo el día si un niño decide decorarla con una preciosa carita sonriente.
Puede que no queramos tinta permanente en nuestra ropa, pero algunas cosas deberían durar para siempre: las sonrisas (reales), los días de sol, las risas con amigos, los abrazos a familiares, las mañanas sin estrés y las buenas charlas siempre parecen terminar demasiado pronto. Se dice que nada bueno dura para siempre, pero en el cielo esos momentos felices nunca terminarán. ¿Recuerdas ese sentimiento que tienes cuando has terminado los exámenes finales y estás en una piscina, descansando y pensando en comenzar un nuevo proyecto que realmente quieres hacer? Bueno, terminó el verano, pero cuando lleguemos al cielo, ese sentimiento será eterno. El gozo y la paz nunca se acabarán. Ningún comentario grosero nos desanimará. Dios nos promete una vida donde “no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor” (Apoc. 21:4). Solo la felicidad dejará una marca permanente en nuestro corazón. ¡Comienza a planear ahora tu verano eterno!