SOLO JESÚS TIENE PODER PARA SALVAR

Algunas personas se habían reunido alrededor de un ciego que leía en una Biblia impresa en braille. Un hombre regresaba a su casa y se acercó al grupo por curiosidad. En ese preciso momento, el ciego, que estaba leyendo en el capítulo 4 de Hechos, perdió el renglón y, mientras trataba de hallarlo con el dedo, siguió repitiendo la última frase que había leído: «Solo Jesús tiene poder para salvar. Solo él fue enviado por Dios, y en este mundo solo él tiene poder para salvarnos» (Hechos 4: 12, TLA). El hombre que se había acercado al grupo siguió su camino muy pensativo.

Se había convertido recientemente y estaba tratando, de distintas maneras, de obtener la paz interior. Había tomado ciertas resoluciones, cambiado sus hábitos y asistía regularmente a los cultos de la iglesia; pero nada de esto lograba aliviar su carga de conciencia. Las palabras del ciego siguieron resonando en sus oídos durante toda la noche y el día siguiente. De repente reflexionó y se dijo: «Ahora entiendo. He tratado de salvarme por mis propios méritos, por mi arrepentimiento, mis oraciones y las reformas que he realizado. Pero solo Jesús puede salvarme» .

Es posible que, como este hombre, te sientas abrumado, tratando de ser suficientemente bueno para salvarte: participas en los programas de la iglesia, luchas con tus rasgos de carácter y oras a Dios, pidiendo perdón por tus pecados, pero no encuentras la paz. Hoy es un buen día para recordar que la salvación no es algo que obtenemos por nuestras buenas obras o incluso por el ejercicio de nuestra fe, sino que «es un regalo de Dios» (Efesios 2: 8, NBV).

Por eso cuando los redimidos estén en el cielo no dirán: «Mis buenas obras me trajeron aquí» , sino «¡La salvación se debe a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero!» (Apocalipsis 7: 10). Agradece a Dios en este día por el don de la salvación y pon tu vida en las manos de Jesús, el único que tiene poder para salvarte.