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PARA OBTENER RESPUESTAS A SUS PREGUNTAS, LOS CIENTÍFICOS, utilizan el llamado método científico, que consta de cinco pasos básicos.
1. Hacer una observación.
2. Formular una pregunta.
3. Formular una hipótesis.
4. Hacer una predicción basada en la hipótesis.
5. Comprobar la predicción.
Tras estos pasos, utilizan los resultados para aceptar o rechazar la hipótesis.
¿Quieres un ejemplo para entenderlo mejor? Tu madre te pide que licúes un jugo en la licuadora. Enchufas la licuadora, pero no funciona (observación). ¿Por qué no funciona la licuadora? (pregunta). Tal vez haya un problema con el enchufe (hipótesis). Si el enchufe está dañado, al conectar la licuadora a otro enchufe funcionará (predicción). Entonces compruebas tu hipótesis: enchufas la licuadora a otra toma de corriente, y funciona, confirmando la hipótesis. Al igual que la ciencia tiene un método para resolver los problemas, también hay métodos para estudiar la Biblia. Uno de ellos puede dividirse en cinco pasos:
* Ora, pues nadie mejor que el Autor para explicarte el libro.
* Deja que la Biblia se interprete a sí misma, buscando otros pasajes que hablen sobre el mismo tema.
*Analiza el contexto en el que se encuentra el versículo, para comprender mejor el sentido del texto.
* Compara diferentes traducciones.
* Pon en práctica las enseñanzas aprendidas.
¿Qué te parece probar hoy este método de estudio? Puedes comenzar por Moisés y seguir por los patriarcas hasta Jesús, o puedes estudiar primero el Nuevo Testamento. ¡Comparte estos consejos con tus amigos y familiares!