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LA BATALLA DE LAS CORRIENTES FUE UNA DISPUTA ENTRE DOS genios de la ciencia: Thomas Edison y Nikola Tesla. A finales del siglo XIX, el mundo empezaba a utilizar la energía eléctrica, y existían dos formas de que esta energía llegara a los hogares y a las fábricas. Edison defendía el uso de la corriente continua, que consideraba más segura. Tesla y el empresario George Westinghouse defendían el uso de la corriente alterna, más eficiente que la continua.
Como la disputa implicaba millones de dólares en contratos de suministro de energía, llegó a ser muy tensa. Los defensores de la corriente continua llegaron a electrocutar animales con corriente alterna para demostrar su peligrosidad. Aun así, la corriente alterna ganó la disputa y se convirtió en el estándar utilizado hasta hoy.
En el cielo, hubo una disputa mucho más intensa e importante que la Batalla de las Corrientes. El dragón, que es una figura de Satanás utilizada en el Apocalipsis, batalló junto a sus ángeles contra Miguel, que es Jesús mismo. El premio no era dinero, sino el dominio de todo el universo. Aunque Lucifer ocupaba una posición prominente en el cielo, quería aún más. El orgullo y la codicia se apoderaron de su corazón, y anhelaba el trono de Dios.
Todavía podemos sentir las consecuencias de este GRAN CONFLICTO entre Cristo y Satanás, pues el pecado ha hecho de nuestro mundo el nuevo escenario de esta guerra. Cada día, elegimos de qué lado estamos. No existen neutralidades en esta disputa: o estás del lado de Dios o apoyas a Satanás en su rebelión.
¿CUÁL ES TU ELECCIÓN? Recuerda que tiene consecuencias eternas.