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ES CASI IMPOSIBLE CONOCER A ALGUIEN PLENAMENTE SIN HACERLE ninguna pregunta. Sin embargo, una investigación ha revelado que, en general, la mayoría de la gente no hace suficientes preguntas por miedo a parecer mal informada, ofensiva o incluso porque cree que ya sabe las respuestas. Las científicas responsables de la investigación afirman que las preguntas son esenciales, ya que amplían el aprendizaje, estrechan los lazos y generan confianza.
El libro de Job describe momentos muy difíciles en la vida del patriarca. Este le hace muchas preguntas a Dios porque no puede entender el motivo de su aflicción. Los amigos de Job, que deberían haberlo apoyado en su momento de dolor, parecían más interesados en averiguar qué había hecho mal para merecer tal sufrimiento. Pero había Alguien dispuesto a escuchar las preguntas de Job, Alguien que siempre está dispuesto a escuchar nuestros más grandes cuestionamientos. Dios desea escuchar nuestras preguntas y tener una relación más profunda con nosotros; sin embargo, no siempre nos dará las respuestas que quisiéramos recibir. Después de todo, Dios no está aquí para darnos lo que queremos, sino lo que necesitamos.
A veces, Dios puede respondernos con el silencio o, como en el caso de Job, haciendo otras preguntas. Aunque nos resulte difícil, es un diálogo que vale la pena tener. No tengas miedo de hacerle preguntas a Dios. Y recuerda: puedes dudar de muchas cosas, pero...
... NUNCA DUDES DE QUE A DIOS LE IMPORTAS Y QUE SIEMPRE ESTARÁ A TU LADO.