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¿Puedes Correr Como Braulio?

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"Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, [...] corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante". Hebreos 12:1

Andrea tenía una tortuga mascota a la que le gustaba correr. ¿Cómo? ¿Una tortuga que corría? ¿Alguien ha oído hablar de algo tan absurdo? Pero es verdad.

Cada vez que podía, Braulio, la tortuga, se escapaba de su jaula y echaba a correr. No se limitaba a cruzar la habitación o el pasillo. De alguna manera, salía de la casa y pasaba por debajo de la cerca del jardín. Cuando Andrea volvía a casa y descubría que Braulio había desaparecido (otra vez), tenía que ir de puerta en puerta preguntando a los vecinos si podía buscar a su mascota desaparecida en sus jardines. Una vez tuvo que recorrer siete casas antes de encontrar a Braulio, la tortuga campeona de atletismo.

En el libro de Hebreos, el apóstol Pablo nos habla de una carrera que corren los cristianos. Pablo no se refiere al tipo de carrera en la que uno lleva zapatillas de correr, camiseta ajustada y pantalones cortos. Habla de la carrera hacia el cielo.

Y como en cualquier otra carrera en la que uno pueda participar, Pablo dice que la mejor manera de ganarla es preparándose y entrenándose para ello. Como sabes, cuanto más uno corre, más rápido y mejor corre. Eso se llama entrenamiento.

Los cristianos se entrenan para el cielo pasando tiempo en oración, leyendo la Biblia, y hablándoles de Dios a sus familiares y amigos. También puedes prepararte para el cielo desechando los pecados de tu vida. Tu conciencia te dirá cuándo estás haciendo algo malo, aunque no sea tu intención. Puede ser mentir o tomar algo que no te pertenece. Tal vez estás siendo irrespetuoso o diciendo cosas que hieren los sentimientos de los demás.

Braulio entrenaba cada vez que podía. Tú también puedes. Pídele ayuda a Jesús.

Joelle.

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