El Inteligente Zorro Rojo

¿Alguna vez te han llamado astuto? Si lo han hecho, probablemente ha sido después de agarrar una galleta cuando tu madre no miraba, o tal vez después de hacer trampa jugando a un juego. «Astuto» puede significar «tramposo o engañoso», pero también «inteligente». La realidad es que «astuto» es una palabra anticuada que significa «rápido e inteligente.»

Suele decirse que los zorros son astutos, y ciertamente se ganan su reputación. El señor Smith quería atrapar a un gran zorro rojo que había visto en sus tierras. Buscó las mejores trampas y leyó libros sobre cómo utilizarlas. Lo primero que hizo fue algo curioso, hirvió las trampas en una mezcla de trocitos de madera y agua para que no olieran a personas. Luego caminó hasta el bosque donde vivía el zorro y con guantes para que su olor no se impregnara en las trampas, las colocó en lugares que sabía que el zorro visitaba y las cubrió con hojas para que no se vieran. Le llevó mucho tiempo colocar todas las trampas. Pero cuando terminó estaba muy satisfecho con su trabajo, así que se dio la vuelta y volvió a casa. Fue entonces cuando vio al gran zorro rojo sentado y observándole. Pobre señor Smith, volvió a revisar cada una de las trampas que había colocado y vio que el zorro ya había visitado cada una de ellas y las había «marcado» con una sustancia pegajosa de un olor muy fuerte para advertir a otros zorros. Los zorros son muy listos.

Aunque el zorro rojo americano vive en muchos lugares, lo más probable es que nunca hayas visto uno en libertad porque, lo has adivinado, son muy, muy astutos y listos.

Jesús creó al zorro para que fuera astuto, inteligente y muy sabio, y a ti también te creó para que fueras así. Aunque a veces sea difícil, debemos escuchar los consejos y aceptar las instrucciones para llegar a ser sabios. Y tú, ¿quieres ser sabio?