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Intenta imaginar qué se sentía al subir al arca de Noé, sabiendo que esas ocho personas que atravesaban la puerta serían las únicas que quedarían en todo el mundo.
¿Te sientes a veces como si fueras el único? ¿El único que tiene que acostarse temprano? ¿El único al que no se le permite ver la televisión? Ser el único no siempre es malo, pero puede parecer solitario.
Te voy a presentar a un pájaro solitario. Se trata del cóndor de California, de los que quedan menos de 300 en todo el mundo.
Si eres muy afortunado, algún día mirarás al cielo y verás al poderoso cóndor de California. Esta ave voladora ostenta el título de ser la más grande de Norteamérica. En 1982 solo se conocía la existencia de 22 cóndores; pero en 2005 su número ya había aumentado a 246. Con un peso de 25 libras (11 kilos), los cóndores tienen una envergadura de 3 metros y pueden planear durante horas a 90 kilómetros por hora sin batir las alas.
El cóndor de California es un buitre, un tipo de ave reconocible por su gran tamaño y su cabeza calva. Y al igual que sus primos buitres, el cóndor de California se alimenta de la carne de animales muertos, como ganado vacuno, ovejas, ciervos y caballos. Se podría decir que forma parte del equipo de limpieza de la naturaleza.
Científicos de todo Estados Unidos están trabajando fuertemente para aumentar el número de cóndores, pero ha sido muy difícil y caro. Aun así, creen que es importante que no perdamos esta majestuosa ave y por ello cuentan con miles de personas que ayudan a recuperar su número desde que estuvieron al borde de la extinción.
Tú también tienes un grupo de personas a tu alrededor que intentan protegerte y ayudarte a convertirte en un buen hijo de Dios. Haz una lista de quiénes son y luego da gracias a Jesús porque todas esas personas se preocupan por ti.