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El plan celestial de Jesús para sus hijos es maravilloso, pero no es solo para los seres humanos. Él también tiene grandes cosas planeadas para los animales salvajes y su plan se parece mucho al Jardín del Edén. Han pasado muchos años desde que Adán y Eva pecaron, ha habido muchos cambios, y algunos no son buenos, muchos animales se han extinguido. Eso significa que no queda ninguno de ellos en ningún lugar de la tierra, la realidad es que solo quedan unos pocos animales. La contaminación, el exceso de edificios y la superpoblación destruyen la tierra y la naturaleza que los animales necesitan para sobrevivir.
Mientras que el número de muchos animales disminuye, el de coyotes aumenta. Antes los coyotes vivían solo en praderas y desiertos, pero hoy se pueden encontrar en casi cualquier lugar de Norteamérica.
La razón de que eso ocurra es que son adaptables. Ser adaptable significa cambiar fácilmente cuando cambian las circunstancias. Un coyote es naturalmente adaptable, porque come muchas cosas diferentes. Si no puede encontrar ratones para comer, no le importa comer otras cosas como lagartos, insectos o basura.
Una de las razones por las que hay coyotes por toda Norteamérica es que la gente ha matado a muchos de sus principales competidores, los lobos. Al desaparecer el lobo en muchas zonas, los coyotes se han instalado en ellas. A los coyotes les va bien en lugares donde no hay gente, pero se sabe que matan animales de granja y mascotas cuando tienen que buscar comida donde vive gente.
Es difícil culpar a los coyotes por hacer lo que es natural para ellos, especialmente cuando el ser humano ha arruinado su espacio o medio de vida. Sin embargo, la Tierra Nueva será maravillosa porque Jesús va a hacer que todo sea nuevo como en el Edén, y los animales y nosotros nos llevaremos bien.