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En la Tumba de los Desconocidos del cementerio de Arlington, en Virginia, podrás ver una «vigilancia» de primera clase. La tumba está vigilada 24 horas al día, 365 días al año por miembros especialmente entrenados de la 3a Infantería de los Estados Unidos. Es fantástico verlo, y cuando observas a los soldados trabajando, comprendes lo importante que puede ser el trabajo de vigilar.
Entre los animales, hay uno que tiene un sistema de alerta temprana en las praderas africanas, ¿adivinas cuál es? ¿Podría ser el león porque es muy fuerte? No, es la jirafa. Con sus más de 5 metros de altura y su excelente visión, las jirafas pueden ver hasta una distancia muy lejana en las praderas donde viven. Esto les permite detectar fácilmente a los depredadores a mucha distancia. Algunos científicos creen que otros animales, como las cebras, los antílopes y los ñus, se quedan cerca de las jirafas para aprovechar su capacidad de ver el peligro a distancia.
Que las jirafas puedan ver a una distancia tan lejana les ayuda a mantenerse a salvo de su principal depredador, el león. Cuando el guarda ve a un león, la manada de jirafas echa a correr a toda velocidad, a 56 kilómetros por hora. Pero si el león sigue acechando a la jirafa, esta le disuade con una rápida patada en las patas delanteras. El momento en que una jirafa corre más riesgo de ser atacada es cuando se agacha para beber agua. Por eso suelen beber por turnos, para que al menos una jirafa esté siempre alerta.
Estar atento también es un buen consejo para nosotros. Como dice el texto, tenemos que estar atentos para cuidar de nosotros mismos y de todo el pueblo de Jesús, es decir, de tus amigos, de tu familia y de los miembros de la iglesia. Si ves a tus amigos haciendo algo que crees que es dañino, sé un buen amigo y adviérteles.