«Estudian las Escrituras con mucho cuidado, [...] las Escrituras dan testimonio de mí». Juan 5: 39
¿Te gustan los anfibios? ¿Cuántos anfibios conoces? Veamos si sabes de qué anfibio estamos hablando. Lee las siguientes pistas...
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No es cierto que yo provoque verrugas, aunque las tenga.
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Pongo mis huevos en largos cordones gelatinosos.
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Mis renacuajos eclosionan al cabo de cuatro o cinco días.
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Si otro renacuajo me muerde la cola o una pata, esta vuelve a crecer. Mis patas traseras están palmeadas para nadar, pero las delanteras no, porque me sirven para mantener el equilibrio y las traseras para empujar.
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La garganta del macho es negra, y tiene colores menos vivos que la hembra.
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Las verrugas de mi espalda son en realidad glándulas que producen una sustancia de mal sabor para la mayoría de los animales a los que les gustaría convertirme en cena.
Respuesta: Soy un sapo. Hay gente que dice que yo causo las verrugas, pero eso no es cierto. Tengo verrugas en la piel, pero no contagio las verrugas a los humanos cuando me tocan. El hecho de que lo digan no lo convierte en verdad.
Hay muchas personas que te pueden decir que algunas cosas son verdad, aunque realmente no lo son. Por eso, estudia la Biblia por ti mismo para averiguar lo que es verdad y no te fíes solo de lo que dice alguien.
Vicki.