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LOS DOCTORES QUE SE ENCARGAN DEL CUIDADO de la piel son los dermatólogos. Hace mucho tiempo hubo un médico que dio sanidad a una enfermedad de la piel que no tenía cura. ¡Sí! Jesús hizo lo imposible, posible.
Un día, caminaba Jesús a Jerusalén, cuando vinieron a su encuentro 10 leprosos. Las personas que padecían esta enfermedad sufrían mucho, pues poco a poco su piel se desprendía de su cuerpo, has ta causarles la muerte. Eran aisladas de la ciudad o pueblo, pues podían contagiar a otras personas. Jesús, compadecido de ellos, los sanó. Todos corrieron de felicidad, pero solo uno regresó a darle las gracias.
Nunca olvides que Jesús es tu doctor y siempre estará dispuesto a sanarte. Agradece siempre su protección y cuidado.
Actividad: Con ayuda de mami, realiza en papel una cadena, colocando en cada, engrane un agradecimiento a Jesús.
Oración: Querido Padre, gracias por ser el mejor dermatólogo. Ayúdame a ser un niño agradecido.