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"TODAS LAS PERSONAS, EN ALGÚN MOMENTO DE SU VIDA han sentido tristeza, pues es una emoción básica del ser humano. Jesús cuando es tuvo en esta tierra sintió dolor y angustia, pues la Biblia dice que Jesús lloró cuando su amigo Lázaro murió.
Las lágrimas ayudan a liberar estrés, tensión y ansiedad. Dios las creó para ayudar a tu cuerpo a volver a su nivel normal de funcionamiento, pues después de llorar sientes alivio, desahogo, y bienestar.
Un día, no muy lejano, la tristeza y el dolor desaparecerá y, por lo tanto, nuestro cuerpo ya no necesitará de las lágrimas. Cuando Jesús venga a buscarnos y nos lleve al cielo, todo será felicidad. ¿Estás listo para encontrarte con él?
Actividad: Canta el himno 184 del himnario adventista: "Nunca te rindas".
Oración: Querido Padre, gracias porque puedo comunicarme contigo y expresarte mis sentimientos y emociones.