Regresar

¿Quién crees que empuja tu coche?

Play/Pause Stop
«Fijen la mirada en las cosas de arriba, donde está Cristo». Colosenses 3: 1, NBV

Era un domingo por la mañana. Mi hijo, que apenas tenía ocho meses, se había despertado temprano, y después de jugar con hasta el amanecer, opté por llevarlo a dar un paseo en coche. Inicialmente, todo transcurría de manera encantadora. El bebé se reía al contemplar el sol, los árboles y los pajarillos... Pero, al cabo de unos diez minutos, su expresión cambió. Comenzó a mirar hacia adelante y luego a ambos lados. Normalmente, solemos salir de paseo mi esposa, el bebé y yo; así que él está acostumbrado a ver que alguien camina siempre al lado del coche. Pero como en esta ocasión no vio a nadie, creyó que estaba solo y empezó a llorar. Le dije con amor: «No llores, mi hijo, yo estoy contigo». Acto seguido él miró hacia arriba, me vio sonriendo y me correspondió con una tierna sonrisa de alivio. Lo miré y le pregunté: «¿Y quién pensabas que estaba empujando el coche?».

Según mi lógica de adulto, su llanto era innecesario. «Si el coche está avanzando -razonaba yo de regreso a casa, alguien debe estar empujándolo». Pero después de meditar un poco en lo sucedido me di cuenta de que yo manifiesto la misma actitud en mi vida. A menudo me concentro en mirar hacia adelante, hacia mis planes y proyectos, hacia lo que el futuro me depara. Pero cuando enfrento algún desafío miro hacia todas partes y cuando no veo a nadie me preocupo, me inquieto y mi alma empieza a protestar y a llorar.

En esos momentos necesito recordar las palabras de Dios: «No tengas miedo, pues yo estoy contigo» (Isaías 43: 5). Necesito recordar que el mismo Dios que está al control del universo «sabe hasta cuántos cabellos» tengo (Lucas 12: 7, TLA). Al igual que mi bebé, cuando me preocupo por el futuro debo mirar hacia arriba y recordar quién está empujando el coche de mi vida.

Quizás hoy te preocupe tu relación sentimental, o estés inquieta por esa clase que solo se ofrece en sábado, o tal vez estás ansioso por tu futuro o por saber de dónde saldrá tu próxima comida o el dinero para costear tus estudios. Cualquiera que sea tu situación, te invito a mirar hacia arriba. Allí verás un Dios que te ama, se preocupa por ti y está a tu lado en todo momento empujando el coche de tu vida.

Matutina para Android