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El béisbol es el deporte más famoso de mi país. Es un deporte muy emocionante, pero también muy exigente. Cada posición requiere un conjunto de destrezas distintas. Además, a la hora de la ofensiva se combinan distintas estrategias y formas de jugar que añaden más complejidad al deporte. Pero los jugadores de béisbol también deben estar preparados para fallar, porque el béisbol es un juego de errores. Tanto así que al final de cada juego, el resumen consiste en saber cuántas carreras anotó cada equipo, cuantos «hits» conectó y cuántos errores cometió.
Quizás la mejor forma de ilustrar la forma en la que los jugadores deben aprender a lidiar con los errores sería contarte de Babe Ruth y Hank Aarón, dos de los mejores jugadores de béisbol de la historia. ¿Sabías que Ruth y Aarón tuvieron más eliminaciones por strike durante sus carreras que jonrones? Babe Ruth tuvo 1,330 eliminaciones por strike y solo 714 jonrones; mientras que Aarón terminó su carrera con 1,383 eliminaciones y 755 jonrones. ¿Pasaron a la historia por las veces que fueron eliminados? ¡Claro que no! ¡Todavía son recordados como dos de las grandes figuras del béisbol mundial de todos los tiempos!
Cometer errores, equivocarnos, ser eliminados por strike en lo que hacemos no es el fin del mundo, a menos que abandonemos el partido o que ni siquiera lo intentemos. La Biblia nos enseña que en todas nuestras acciones, especialmente en el ámbito espiritual, debemos perseverar en la fe, el amor y el bien, a pesar de las dificultades, las tentaciones y las pruebas que enfrentamos.
Piensa por un momento en la vida de Abraham. La Biblia registra en dos oportunidades que mintió sobre la identidad de su esposa (Génesis 12: 13; 20: 2); también se equivocó al creer que el hijo prometido vendría de Agar (Génesis 16:1-3). No obstante, hoy los cristianos reconocemos a Abraham como el «padre de la fe», no por sus errores, sino porque «"Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo", y Abraham fue llamado amigo de Dios» (Santiago 2: 23). Nuestra fe y perseverancia son los elementos que, al final, determinarán cómo el mundo nos recordará, no nuestros errores.
No importa si ayer cometiste un error. Hoy tienes la oportunidad de levantarte y comenzar de nuevo. Persevera, no te rindas y alcanzarás el salón de la fama celestial.