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En 1991, Gatorade contrató a Michael Jordan como su representante publicitario. La campaña publicitaria que crearon al rededor de la estrella tenía como eslogan: «Ser como Mike». En uno de los comerciales, un coro de jovencitos canta la siguiente canción: «A veces sueño que él soy yo. Tienes que ver que así es como sueño ser. Sueño que me muevo, sueño que surco como Mike. Si pudiera ser como Mike, como Mike. Oh, si pudiera ser como Mike, ser como Mike, ser como Mike». El comercial también incluía escenas de Jordan jugando baloncesto con niños que imitaban sus movimientos.
Ser como Michael Jordan fue el sueño de toda una generación. Después de todo, Jordan es, sin dudas, el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Su carrera ha servido como inspiración a millones de jóvenes alrededor del mundo.
El comercial de Gatorade me recuerda las palabras de nuestro Señor a sus discípulos en ocasión de la Última Cena: «Les di mi ejemplo para que lo sigan» (Juan 13: 15, NTV). ¿Ejemplo de qué? De humildad, de servicio y de mansedumbre, tres virtudes que no gozan de buena popularidad en nuestro tiempo. Hoy todos queremos alcanzar la fama derrotando a los demás para escalar al primer puesto; pero Jesús nos dejó un mejor ejemplo, él trazó para nosotros un camino diferente.
Aquella noche, en el aposento alto, Jesús hizo lo que ningún maestro de la época haría, pues él sabía que los seres humanos aprendemos imitando lo que observamos.* Por eso él lavó los pies de sus discípulos en vez de pronunciar un discurso. ¿Habrá surtido efecto? La historia del cristianismo señala que sí. Un siglo después de la muerte de Jesús, Tertuliano escribió de los primeros cristianos: «¡Mirad cómo se aman! Mirad cómo están dispuestos a morir el uno por el otro».
El mundo ha contado con grandes genios, célebres deportistas y grandes estadistas, pero ninguno de ellos ha logrado tener el impacto de Jesús de Nazaret. Ninguno goza hoy de «un nombre que está por encima de todos los nombres» (Filipenses 2: 9, NBV). ¿Te gustaría ser como él? No, no es un eslogan publicitario, sino una verdad que puede hacerse realidad en tu vida hoy. Ser como Jesús.