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Él estará contigo

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«Entonces Moisés le dijo a Dios: "¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón y sacar de Egipto a los israelitas?". Y Dios le contestó:"Yo estaré contigo"». Éxodo 3: 11-12

En abril de 1961, el cosmonauta soviético Yuri Gagarin se convirtió en el primer ser humano en orbitar la tierra. Aquel fue un gran logro para la Unión Soviética y una gran humillación para los Estados Unidos.

Fue entonces cuando John F. Kennedy, el presidente estadounidense en ese momento, seis semanas después del vuelo de Gagarin, se dirigió a una sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos y realizó la mayor presentación de ventas de su presidencia. «Ya es hora [...] de que esta nación asuma claramente el liderazgo en la conquista del espacio, porque en muchos sentidos puede tener la clave de nuestro futuro en la Tierra». Acto seguido propuso la idea de colocar un hombre en la luna.

En su libro El líder guiado por la visión, Michael Hyatt relata que, en aquel momento, muchos consideraron que la visión de Kennedy estaba desconectada de la realidad. De hecho, su predecesor, Dwight D. Eisenhower, calificó el proyecto de Kennedy como chiflado y «riesgoso»; y el administrador de turno de la NASA, T. Keith Glennan, catalogó el plan del presidente como «muy malo». No obstante, todos sabemos que el 20 de julio de 1969, Neil Armstrong salió del Apolo 11 y se convirtió en el primer hombre en pisar la luna. Para entonces, Kennedy ya no estaba vivo, pero su sueño se hizo realidad.

Me imagino que al leer estas líneas, también tienes planes, metas y sueños y seguramente ya habrás descubierto lo difícil que resulta lograr que los demás te brinden su apoyo. Algunos te tildarán de incapaz y para otros tus planes serán «chiflados y riesgosos». Pero no permitas que los contratiempos te derriben.

En el desierto, cuando Dios le encomendó a Moisés la «descabellada» tarea de liberar más de medio millón de esclavos del país más poderoso de la época, Moisés replicó: «¿Y quién soy yo para presentarme ante el faraón?». Pero el secreto para alcanzar nuestras metas no se encuentra en ser más, sino en quién nos acompaña. Kennedy y el gobierno de los Estados Unidos tenían a los mejores científicos de la época. Tú y yo tenemos al Dios Todopoderoso de nuestro lado. Él te dice hoy: «Yo estaré contigo».

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