Regresar

Padre rico

Play/Pause Stop
«¿Qué hombre hay de vosotros que si su hijo le pide pan le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? (Mat. 7: 9-11).

Zaqueo, mi colega africano, estaba pasando unos días en Europa en un encuentro de educadores. Una tarde en que teníamos unas horas libres, me rogó que lo acompañase a hacer unas compras, ya que yo conocía muy bien la zona comercial de la ciudad y él no había estado allí nunca.

-¿No prefieres visitar la ciudad? Le pregunté.

-No. Tengo algo mucho más importante que hacer. Quiero emplear el dinero recibido para dietas, que he ido guardando, en comprarles a mis hijos algunos regalos.

-¿Y por eso te has quedado sin cenar estos días?

-Sí, pero eso no tiene importancia - me respondió-. Tú no sabes la alegría que voy a dar a mis hijos si les llevo unas zapatillas de deporte nuevas. Es lo que más ilusión les hace. Se van a sentir como si tuvieran el padre más rico del mundo.

Yo no quise defraudar su entusiasmo, pero el dinero con el que Zaqueo contaba apenas bastaba para un par de zapatos de calidad. Así que visitamos todas las tiendas hasta descubrir, tras mirar y comparar, que como mucho le alcanzaría para comprar dos pares. Pero el buen hombre tenía tres hijos y no quería dejar sin regalo a ninguno.

Todavía me emociona recordar la alegría de Zaqueo cuando, de pronto, nos encontramos ante la liquidación total de un outlet y, por el precio de dos pares de deportivas de calidad modesta, pudo adquirir ¡seis pares!, dos para cada uno de sus tres hijos, y de calidad superior.

En nuestra vida de padres o de hijos, sin duda hay muchas cosas más importantes que desear, para nosotros o para los nuestros, zapatillas de deporte. Cosas que difícilmente encontraremos en un outlet. Cosas que tienen que ver con algo mucho más esencial que la felicidad pasajera que puede producir el calzado más lujoso y moderno.

Cuando deseamos conseguir el bien espiritual de los nuestros, con la misma fuerza de amor que este padre, la ayuda divina puede venir de la manera más inesperada. Porque nuestro Padre celestial es infinitamente más generoso que el más surtido y espléndido outlet, y nos quiere más que el mejor de los padres.

ANTE LAS NECESIDADES DE MI ENTORNO

Matutina para Android