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Una visita al Rey, parte I

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«La reina del Sur se levantará en el juicio con esta generación y la condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para oír la sabiduría de Salomón, y en este lugar hay alguien que es más que Salomón» (Mateo 12:42).

¿Has pensado alguna vez en visitar a un rey? ¿Qué ropa te pondrías? ¿Qué le levarías? Hoy analizaremos dos de las tres actitudes de la reina de Saba, que nos dan un claro ejemplo de lo que debiera ser nuestro encuentro con el Rey y el resultado:

1. La distancia. Es muy importante notar que la distancia entre ambos reinos era bastante considerable, ya que posiblemente viajó desde Arabia o Etiopía. Tomando en cuenta que las carreteras pavimentadas aún no eran ni soñadas y que las caravanas eran formadas por camellos, es fácil imaginar que el viaje pudo haber durado meses. La reina dejó la comodidad de su palacio, su servidumbre, su comida caliente y recién preparada, su cama acogedora y su silla real, pues su anhelo de encontrarse con el rey era más grande que cualquier largo, áspero e incómodo camino. Ni el frío de la noche o el calor abrazador del mediodía detuvieron su viaje.

Ahora piensa, ¿cuánto nos cuesta en ocasiones dejar la comodidad de nuestros hogares para ir a encontrarnos con el Rey del universo? Ir a la iglesia a un encuentro con el Rey puede ser todo un evento para muchos, un viaje pesado, en ocasiones condicionado por el clima; sobre todo cuando se trata del sábado por la tarde y en algunos otros casos la decisión es quedarse en casa y no tener el encuentro con el Rey en su palacio.

Antes de marcharse, la reina dijo a Salomón: «Dichosos tus siervos que están siempre ante ti y oyen tu sabiduría». Y tenía razón, porque somos más bienaventuradas cuando estamos en la presencia de nuestro gran Rey.

2. La fe. Al llegar ante el rey, la reina abrió todo su corazón y habló sobre todo lo que sentía, hizo todas sus preguntas, las cuales fueron respondidas con sabiduría. Este acto la llevó a confesar y alabar al Dios eterno. Al abrir nuestro corazón a Dios y confiarle nuestros pensamientos, él está presto a aclarar nuestras dudas, disipar nuestras tristezas y aliviar nuestros dolores. Entonces podremos confesar con nuestros labios que él es el único Rey eterno y verdadero.

¿Cuál es tu actitud al ir a visitar al Rey de reyes y Señor de señores? Pide a Dios esta mañana que te dirija a un verdadero encuentro con él.

#pdfelizdeiralrey

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