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Después de un cansado, pero extraordinario recorrido por los jardines del castillo de Versalles, Francia, salimos y me percaté que la fila para entrar al castillo era más larga aún que cuando llegamos. Debido a que los boletos para entrar al mismo solo se venden anticipadamente por internet, no tuvimos el privilegio de entrar al Castillo, pero sí caminar por los jardines. Sin embargo, llamó mi atención la cantidad de personas que esperaban su turno para entrar. Parados debajo del sol, niños, jóvenes y adultos de distintas partes del mundo aguardaban con paciencia tan esperado momento. Con vacilación me acerqué a un guardia de la entrada y le pregunté cuántas personas al día entraban al castillo. Su respuesta me dejó realmente sorprendida. «Cuando son días de verano, aproximadamente veinte mil», dijo. Sin embargo, a pesar de la historia, cultura, belleza y arte que ofrece este patrimonio de la humanidad, no hay más rey en el trono. En realidad, es solo un museo que muestra al mundo el pasado de un reino.
Congregarnos en los templos a los que hemos llamado la casa de Dios, debería ser un ensayo de lo que será cuando nos encontremos en su palacio del cielo. Nuestro ánimo por encontrarnos con él cada día de servicio, no debería ser distinto al que manifestaríamos si tuviéramos su trono visible en cada iglesia. No podemos esperar estar delante de su presencia en el trono celestial, si ahora en la tierra no queremos acudir a su casa.
Ir a las iglesias, representa hacer una larga fila soportando el calor de los problemas, las gotas de preocupaciones, el frío de algunos corazones o el hambre y la sed, pero aguardando con paciencia por la certeza de que el tiempo llegará cuando podamos entrar en el palacio celestial para ver al Rey. No nos salgamos de la fila, pues el tiempo está cada vez más cerca. No encontraremos solo un museo de antigüedades, sino que habrá para cada una de nosotras regalos nuevos y maravillosos que el Rey nos está preparando.
La buena noticia es que no tenemos que comprar boletos por internet. Cada mañana, Dios te entrega la oportunidad de seguir en la fila porque él pagó tu boleto en la cruz.
#pdfelizhaciendofilaparaveralRey