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Jesús lo sabe todo, sí. Y hace hasta lo imposible por mantener a salvo a hijos. Ninguno de nosotros ha nacido para ser presa del pecado. Jesús, que sabía el fin desde el principio, anticipó que alguien lo entregaría, pero aun para Judas habría existido esperanza si confesando su pecado se hubiera arrepentido. Nadie tiene por qué morir en las cárceles del enemigo.
A sus 21 años, Dudley M. Canright encontró la misión de su vida al convertirse en orador elocuente y escritor con grandes habilidades y dones que ofrecía a la Iglesia Adventista. Pronto se convirtió en presidente de Asociación y era parte de la junta de la Asociación General, pero la duda y el desánimo lograron invadir su corazón y se apartó del ministerio. Dos años más tarde reconoció su error y volvió a las filas. Entre las actividades sobresalientes que realizó mientras fue un fiel adventista, encontramos su desempeño como profesor de Biblia en el colegio de Battle Creek, fue autor de diversas lecciones de escuela sabática, la publicación de un libro y varios folletos.
Lamentablemente, dos años más tarde, sus dudas volvieron y desertó nuevamente de su fe. Entonces el Señor envió un sueño a Elena G. de White para advertir a Canright el peligro que corría. En el sueño se le advertía que el barco en el que estaba viajando, aunque azotado por los vientos y empapado por las aguas, era el lugar más seguro si quería conservar su vida. El mismo capitán del barco le dijo que no se bajara, pero Canright insistía en que su barco iba a hundirse, por lo cual quería cambiarse a otra embarcación. Este barco ha de naufragar, -dijo Canright - lo puedo ver tan claramente como si ya hubiese sucedido. Entonces el capitán respondió: «No permitiré que usted pierda su vida subiendo a otra embarcación engañosa».
Lamentablemente, ni aun con esta advertencia, logró salvar su vida. Antes de sus 50 años se había dedicado a escribir libros que atacaban a la Iglesia Adventista. Se le recuerda como un señor mayor, alto, sin un ojo, mal vestido, con las uñas largas y sucias que entraba a la cocina de Battle Creek por la puerta trasera con un cupón de comida gratis."
Jesús lo sabe todo, no podemos engañarlo. Enfoquemos nuestras habilidades y nuestro corazón en el plan trazado para salvarnos.
#pdfelizalseguiraJesús