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Don Lucio era un hombre muy responsable en su trabajo; sin embargo, la empresa tuvo un problema financiero y, al hacer recorte de personal, don Lucio y otros más quedaron desempleados. Con una familia que alimentar y sacar adelante, don Lucio comenzó a buscar trabajo sin tener resultado. Cierto día, al verlo tan desesperado, su vecino le pidió que cortara la maleza de su terreno y le daría unas monedas. Así que don Lucio fue por el machete, su sombrero y camisa manga larga y comenzó a limpiar.
Al terminar ese día, descubrió que una enorme ampolla amenazaba con explotar en su mano, pero era necesario terminar el trabajo. Volvió a la mañana siguiente y el dolor en su mano producido por la ampolla le hacía pensar que nunca más aceptaría un trabajo así. Mientras trabajaba, otro vecino pasó por el lugar y le ofreció una cantidad de dinero por limpiar su patio. Como estaba tan necesitado, aceptó el empleo. La ampolla que se había reventado dolió por un tiempo, pero al transcurrir los días y seguir limpiando patios, don Lucio vio que una piel engrosada crecía en el lugar de la ampolla y ya no dolía, se había convertido en un callo.
En ocasiones, los cristianos formamos callos espirituales en nuestro corazón. La primera vez que cometemos la falta, duele, nos arrepentimos y prometemos que no volverá a pasar. Quizás prometemos que nunca más vamos a ingerir ese alimento dañino a nuestro organismo, o quizás que nunca más veré ese tipo de publicaciones en internet, o que nunca más diré mentiras, o que no seguiré enviando mensajes a esa persona, o que no ocurrirá de nuevo lo que pasó ayer con aquel chico. Pero sucede de nuevo, vuelve a doler y con el arrepentimiento volvemos a prometer que no pasará de nuevo... y vuelve a pasar, pero ahora duele menos, hay menos remordimiento.
La siguiente vez, ya no duele, ya es normal y lo que ha ocurrido es que ya hay callos cuando hemos hecho que el Espíritu Santo se retire de nuestra vida. Por eso ya no duele, por eso ya es normal y el pecado se vuelve un estilo de vida fácil de seguir. Pero hay una buena noticia, Jesús quiere quitar el callo de tu corazón hecho piedra y darte un corazón de carne dispuesto a obedecerlo.
#pdfelizdenotenercallos