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El poder de ella

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«Pues el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder» (1 Corintios 4: 20).

Todo depende de ella» --decía Rousseau acerca de las mujeres francesas en el siglo XVlll. Peter Gay, en su libro la -edad de las luces- dijo que no hubo sociedad más amena que cultivara con tanta brillantez las semillas de su propia destrucción. El libertinaje femenino era a tal grado que Montesquieu decía: «El marido que quiere la posesión exclusiva de su mujer es visto como perturbador de la felicidad pública». Muchas damas convirtieron sus salas en salones de diversión.

La atención que se debía brindar a los hijos se vio gravemente afectada por las corrientes libertinas de pensamiento. Los niños eran puestos en manos de una nodriza y rara vez veían a sus padres, quienes los trataban como meros juguetes bonitos. Rousseau también dijo de ellas: «Se ha olvidado la mejor de las artes, la de formar hombres». Aquella también fue una época de fraudes y engaños hacia una sociedad embotada. Cuando Sofía Arnould, actriz y cantante de ópera cómica, se fastidiaba de su amante en turno, hacía que todos los bienes que había recibido del hombre, incluidos los hijos, fueran enviados a las esposas legítimas.

Sin embargo, Voltaire declaró: «Nos encanta vivir con ellas, pero no queremos que nos entierren con ellas». La corte de Luis XV estuvo rodeada de mujeres banales, entre las que destaca Madame de Pompadour. Se cambiaba de atuendo cada hora y dominó al rey durante veinte años.

Grande es el poder de la mujer, y el enemigo lo sabe. El desastre que se desencadenó en el siglo XVIII, la Revolución Francesa, fue la consecuencia de usar la razón como único poder, asegurando que no hay Dios, y las mujeres realmente tuvieron mucho poder. La escritora Elena G. de White escribe: «En las ciudades del reino se registraron crímenes horrorosos... Francia quedó convertida en inmenso campo de batalla en donde las luchas eran inspiradas y dirigidas por las violencias y las pasiones».

Nuestra sociedad nuevamente se encamina hacia su propia destrucción, la razón está siendo exaltada nuevamente sobre el poder de Dios. Los principios bíblicos nuevamente son pisoteados y el mundo corre en masa hacia su ruina. ¿De qué manera estoy contribuyendo a la conservación de los mandatos divinos? Para hacer frente a las crisis humanas, hace falta más que razonamientos humanos. Usa tu poder que viene de lo alto con sabiduría.

#pdfelizalusarmipoderparaelbien

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