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Aunque el centro del gran movimiento adventista surgió con Guillermo Miller y sus colaboradores en Estados Unidos de Norteamérica, era necesario que el mensaje del primer ángel fuera predicado a toda nación, tribu, lengua y pueblo (Apocalipsis 14: 6). De esa manera, el mensaje del advenimiento de Jesús llegó a Escandinavia (región geográfica y cultural del norte de Europa, compuesta por Noruega, Suecia y Dinamarca). Al ser bien recibido el mensaje entre los escandinavos, el clero de la iglesia se opuso al movimiento y mandó encarcelar a quienes predicaran sobre la segunda venida. Fue entonces cuando Dios en su omnipotencia puso su Espíritu en un grupo especial, quienes, debido a su edad, no podían ser juzgados en las cortes ni encarcelados: los niños.
» El movimiento cundió principalmente entre la clase baja, y era en las humildes viviendas de los trabajadores donde la gente se reunía para oír la amonestación. Los mismos predicadores infantiles eran en su mayoría pobres, rústicos. Algunos de ellos no tenían más de seis a ocho años de edad [...] Cuando se encontraban ante el pueblo, era de toda evidencia que los movía una influencia superior a sus propios dones naturales. Su tono y sus ademanes cambiaban, y daban la amonestación del juicio con poder y solemnidad, empleando las palabras mismas de las Sagradas Escrituras: ¡Temed a Dios y dadle gloria; porque la hora de su juicio ha llegado! Reprobaban los pecados del pueblo, condenando no solamente la inmoralidad y el vicio, sino también la mundanalidad y la apostasía, y exhortaban a sus oyentes a huir de la ira venidera. [...] se realizaba una obra tal, que hasta los ministros de la iglesia oficial se vieron obligados a reconocer que la mano de Dios estaba en el movimiento.139
En la entrada triunfal a Jerusalén, cuando los dirigentes religiosos intimidaron al pueblo para que callara, fueron los niños los que reanudaron el canto en el atrio del templo. De la misma manera, en Escandinavia, los niños recibieron el poder de Dios para predicar. ¿Todavía dudamos que nuestros niños sean una pieza clave en la proclamación del evangelio? A quien no le queda duda es al enemigo de Dios y por esa razón sus ataques son principalmente a nuestros pequeños. Pidamos a Dios sabiduría para proteger a los niños y conducirlos por los caminos del Señor. Continuará...
#pdfelizporelpoderdeDiosenlosniños